Menorca Republic, la isla y una sesión de fotos
Me cuesta lo suyo estar delante de una cámara sin ponerme nerviosa :) Los que me conocen bien, lo saben. Pero tengo claro desde hace tiempo que viajar me inspira y me motiva a hacer cosas que raramente hubiera pensado o hecho antes. Mi primera sesión de fotos sin estar yo detrás de la cámara fue hace un par de años, en Barcelona. Hoy, comparto aquí la segunda.
Menorca tiene algo especial. Si me sigues desde hace un tiempo, sabes que es un lugar que significa mucho a nivel personal; hay una parte que siempre va a quedar secreta para mí, pero te digo que en su día me ayudó a encontrarme a mi misma. Y eso es difícil no darle la importancia que merece, al menos para mí. También me ayudó a descubrir la cerámica más de cerca (¡gracias Isaac!) y, en general, me ayudó a ver al mundo con otros puntos de vista y a confiar en nuevos propósitos. A confiar en el nuevo mundo y camino que me estaba construyendo. El mismo en el que sigo.
Empecé a hablar con Albert por Instagram; Menorca Republic necesitaba modelos para sus productos y contenido creativo promocional en redes. Las fechas coincidían, íbamos a estar allí los mismos días. Tenía que ser una señal. Me encantaba la idea y el hecho de colaborar con una marca que me identifica, con la que comparto valores y filosofía. El slowshop local, materiales orgánicos, responsabilidad medioambiental... y Menorca, claro está.
Después de todo, ¿cómo no iba a ser uno de los lugares donde decir sí a una sesión de fotos?
Nos encontramos en el Far d'Artrutx. Albert, Elena, Mario, Pilar, Pau y yo. El ambiente me encantaba. Gente con la que conectas, sin conocerte, pero sabes que compartes valores, y me atrevería a decir que incluso estilo de vida. Empezamos la sesión cambiándonos de ropa; el tacto de las camisetas y las sudaderas de Menorca Republic en la piel, maravilloso. Yo estuve más rato con sudadera que con camiseta. Al lado del mar, con viento y la hora de la puesta de sol, friolera por naturaleza que soy, tenía frío.
Andábamos por las rocas, Elena nos seguía con la cámara y, en algún momento u otro, un dron nos sobrevolaba. Albert, desde lejos, nos grababa en vídeo. La mejor persona que podía ir a mi lado de la mano, estaba. Me encantaba estar allí. Y sí, también lo pensé: aunque en algún momento me sentía nerviosa por tener la cámara cerca, estaba superando algo que siempre me ha dado reparo. Alguien fuera de mi círculo cercano de confianza me estaba haciendo fotos; estaba haciéndome mi segunda sesión.
Después del faro, nos fuimos a Cala en Bosch, la playa más cercana al faro. Puesta de sol y arena para nosotros solos. Maravilla. Las palmeras seguían moviéndose por el viento, pero allí ya no tenía tanto frío. Dos horas de reloj que se me hicieron muy cortas. No quería que acabara pero era inevitable, como todo. Eso sí, vivir el momento sin estar pendiente de nada más y tener ahora el recuerdo de todo, es por lo que vale la pena decir sí a este tipo de cosas. Y aquí un bonito resumen del resultado :)
¡Espero que te gusten tanto como a mi!







Aquí te dejo la web de la marca www.menorcarepublic.com y el Instagram de Elena, la fotógrafa.
A ti que sigues aquí, como siempre, gracias por leerme.
A.